Para confiar algo tan importante como la salud de nuestra boca, no debemos dudar de asegurarnos que estamos en buenas manos. Te animamos a seguir una serie de pautas para evitar por todos los medios caer en manos de personal insuficientemente cualificado.
¿Cómo saber si podemos confiar en un dentista?
1. Un odontólogo tiene que estar colegiado. Ante la duda de si tu dentista está colegiado o no, en su clínica tiene que haber un directorio enmarcado con el nombre completo de los odontólogos que trabajan allí y sus respectivos números de colegiados. Puedes comprobar si el número que aparece está registrado en el colegio de dentistas correspondiente. De esta forma te aseguras si ejerce la profesión de forma legal.
2. El diagnóstico tiene que darlo un odontólogo, nunca un comercial ni un asistente. En el momento de darlo, un dentista profesional se mostrará cercano y responderá a todas tus preguntas. Procurará que entiendas de lo que se trata.
3. Otro criterio muy útil es comprobar si los tratamientos que necesitas van a ser llevados a cabo por un especialista en la materia. La mayoría de odontólogos se especializan al finalizar la carrera en una rama.
4. Un dentista profesional no te hará pagar ningún tratamiento por adelantado. Si se realiza una financiación debe constar su vinculación con el tratamiento.
5. Desconfía de presupuestos muy bajos o de promesas de garantía de por vida. Ni tus propios dientes te dan esa garantía.