Si bien la publicidad que usan algunos productos es atractiva, los resultados de la mayoría son prácticamente inexistentes. Si tu razón para seguir usándolos es: “por poco que haga, menos es nada”, presta atención porque lo peor es que puedes estar poniendo en riesgo tu salud.

Las pastas dentífricas, o al menos las que conocemos hasta la fecha, no hacen más que limar/abrasar la primera capa del esmalte dental, dejando tus dientes expuestos.

Con el carbón activado sucede algo parecido. Este producto, de origen totalmente natural, se vende como la salvación para una sonrisa blanca y brillante. Sin embargo, aunque algo de eficacia tenga, tampoco lo recomendamos. El carbón activado es muy absorbente, pero eso no va a hacer que absorba las manchas de tus dientes. El polvo de carbón activo (que es su formato de venta), es adsorbente (que no absorbente) y actúa de la misma manera que una lima de uñas. Lima la primera capa del esmalte y puede dar algo de resultado, pero a cambio estamos desprotegiendo nuestros dientes.

carbon activado

El aceite de coco tiene propiedades muy saludables para nuestras encías. Puede ser desagradable utilizarlo como enjuague bucal pero podría ser una buena opción. Los resultados tardan en llegar pero al menos sabemos que es una técnica que no pone en riesgo la salud de nuestros dientes y encías.

Utilizar bicarbonato de sodio para blanquear los dientes es una técnica que nosotros no recomendamos, puesto que mal empleada puede causar abrasión, poniendo en juego nuestra salud bucodental.

El blanqueamiento dental con papel de aluminio se ha puesto muy de moda últimamente, sin embargo, no es un método muy seguro ya que puede provocar daño a las encías e incluso daño irreversible al propio esmalte dental. Es por eso que se debe evitar repetir con demasiada frecuencia.

Desde aquí, te animamos a usar otros métodos más seguros de la mano de profesionales, como son los métodos de blanqueamiento dental propios de una clínica dental. Garantizan el éxito y son métodos seguros con respaldo científico.