Por todos es sabido la importancia de una buena higiene bucodental. Más allá del aspecto estético que aportan unos dientes bonitos y bien cuidados, cabe destacar que la correcta limpieza bucal impide la formación de ciertas enfermedades que pueden acabar en la pérdida de piezas dentales, pérdida de encía e incluso problemas mayores tales como enfermedades cardíacas y respiratorias.

Entre las recomendaciones para una correcta higiene bucodental que nos dicen los expertos, el enjuague bucal es, después del cepillado, el rey. Y es por ello que hoy venimos a hablarte precisamente de esto, del enjuague bucal y de todo lo que no sabías (y deberías saber).

El enjuague bucal es una solución líquida formada por diferentes compuestos con fines variados. Por norma general, los enjuagues bucales buscan mantener y mejorar la correcta higiene bucal, sin embargo, dentro de ellos existen categorías:

Antes de nada, vamos a explicar qué es, exactamente, el enjuague bucal:

  • Enjuagues con clorhexidina: la clorhexidina es un potente agente desinfectante capaz de eliminar e inhibir el crecimiento de bacterias, sin dañar los tejidos. Los enjuagues que contienen esta sustancia son muy eficaces desinfectando la boca y eliminando las bacterias que provocan el sarro, sin embargo, hay que tener cuidado y usarlos únicamente bajo control de un especialista debido a su capacidad de teñir las piezas dentales.

  • Enjuagues para la halitosis: existen enjuagues específicos para tratar el mal aliento, o halitosis. Este tipo de enjuagues están formulados con agentes especiales que promueven la segregación de saliva (debido a que una de las causas de halitosis es la sequedad bucal). También tienen cabida ingredientes neutralizadores de olores, así como sabores frescos tipo menta o clorofila.

  • Enjuagues con flúor: son los enjuagues bucales más comunes. Su fin es mantener una buena higiene bucal y proteger los dientes y las encías de las agresiones exteriores. Son muy eficaces protegiéndonos de las caries.

  • Enjuagues blanqueadores: poseen agentes abrasivos que contribuyen a mantener y mejorar el blanco natural de los dientes. Se suelen usar tras un tratamiento de blanqueamiento dental, para mantenerlo durante más tiempo.

  • Enjuagues para las encías: los enjuagues específicos para las encías poseen agentes que contribuyen a mejorar la salud de las encías y a evitar la inflamación y el sangrado. Suelen usarse en casos de gingivitis y periodontitis.

Estos son los tipos de enjuagues más comunes, aunque existen otros más, dedicados a tratar problemas más concretos.

En cuanto a las recomendaciones, desde aquí te aconsejamos usar el enjuague bucal una vez al día, preferiblemente por la noche antes de irse a dormir. Son muchas las personas que usan enjuagues bucales dos y hasta tres veces al día, después de cada cepillado; sin embargo, nosotros no te lo recomendamos debido a que, en nuestra boca, no solo existen bacterias malas que causan caries o problemas de encías, sino que existen otras muchas que ayudan a diferentes funciones tales como la digestión, que también son eliminadas por el enjuague.