irrigador dental

Mantener una buena higiene dental es fundamental. Como todos sabemos, hay muchas enfermedades de encías y dientes que provienen de no eliminar correctamente la placa. Por lo tanto, es fundamental mantener una correcta higiene. Los básicos son: el cepillado, el hilo dental y el enjuague bucal.

Además de estos básicos que todos conocemos, existe un producto bastante desconocido que actua contra la placa. El irrigador dental. El funcionamiento de un irrigador es simple. Dispara un chorro de agua a presión (regulable por el usuario) que limpia los espacios interdentales. Alcanza zonas inaccesibles para el cepillo, además de las encías. Desde aquí le recomendamos el irrigador dental en general a todas las personas pero sobre todo en los siguientes casos:

Con el irrigador dental conseguimos que la encía quede más limpia, además recibe un masaje suave que ayuda a que se mantenga más sana. Incluso, hay ocasiones, en las que el dentista le puede aconsejar diluir en el recipiente del agua una medida de colutorio especial para estas enfermedades.

Existen multitud de tipos de irrigadores dentales. Si no sabes cual elegir puedes confiar en marcas conocidas, o buscar opiniones en internet escritas por usuarios reales.

  • Personas con implantes dentales y ortodoncia. El irrigador permite eliminar con más facilidad los restos de sarro y alimentos acumulados en las zonas donde no es fácil acceder con el cepillado.

  • Personas que sufran de enfermedades relacionadas con las encías tales como la gingivitis o la periodontitis.

irrigador

Desde aquí, para todos aquellos que no os gusta usar hilo dental y tratáis de posponer lo máximo posible la limpieza profesional en el dentista, os aconsejamos usar este aparato. No es un sustituto de la limpieza dental pero sin puede hacer que necesitemos de este servicio menos asiduamente. En cualquier caso, el uso del irrigador puede ser muy beneficioso para la salud de tus dientes y encías.